En más de una ocasión os he hablado de la falta de escrúpulos y la ausencia del más mínimo atisbo de moral que Google, Yahoo y Microsoft han mostrado hacia los activistas pro-derechos humanos chinos. Siempre que los dirigentes de la dictadura asiática se lo han requerido, les han entregado los datos de conexión e información teóricamente confidencial sobre un número indeterminado de estos ciudadanos, que han acabado con sus huesos en la cárcel acusados de atentar contra los valores y la estabilidad de este régimen represor.
Todo vale con tal de que las autoridades correspondientes no pongan trabas para que puedan seguir estando presentes en un mercado con un potencial de crecimiento enorme y que generará pingües beneficios en los próximos años. Al menos esa es la impresión que me da.
Pues bien, hoy voy a volver a referirme a este tema, pero no porque alguna de estas compañías haya vuelto a hacer de las suyas, sino porque hace unas horas se ha conocido que un grupo de disidentes chinos que viven actualmente en Estados Unidos ha llevado a los tribunales a Yahoo por haber facilitado información al régimen comunista que han conducido a la detención de activistas como Li Zhi o Shi Tao y que ha impedido que los demandantes pudieran volver a su país ante el temor de ser encarcelados.
Esta no es la primera demanda a la que debe hacer frente Yahoo por idénticos motivos. Sin ir más lejos, en noviembre pasado, familiares de dos disidentes que fueron sentenciados a 10 años de prisión después que la compañía norteamericana compartiera los datos de conexión que tenía con el régimen chino pusieron en marcha otro proceso judicial de similares características.