Activision Blizzard ha informado que, a partir del año que viene, comenzará a llevar sus juegos al servicio de suscripción Game Pass. No se trata de un anuncio casual, ya que está previsto que Microsoft haga oficial la adquisición de esta empresa en los próximos días.
Una confirmación que se producirá una vez llegue el visto bueno del regulador de la competencia del Reino Unido, el único que falta por levantar su veto a la compra de Activision Blizzard por parte de Microsoft. Y es que, tanto el organismo europeo como el estadounidense resolvieron en favor de la operación meses atrás.
Eso sí, Activision Blizzard ha querido dejar claro que sus dos lanzamientos estrella de los últimos meses, Call of Duty: Modern Warfare III y Diablo IV, no llegarán a Game Pass en 2023.
Aunque no se ha especificado el calendario concreto que seguirá para llevar sus juegos a Game Pass, se da por hecho que la transición será rápida y que la mayor parte de su catálogo estará a disposición de los abonados de Game Pass en un periodo relativamente corto.
Una vez eso suceda, y aquí entramos en un terreno puramente especulativo, no me extrañaría que Microsoft anunciase la creación de un plan premium dentro de Game Pass en el que se incluyesen, en forma de exclusiva temporal, los títulos más populares, con las últimas entregas de Call of Duty a la cabeza.