Si hace un año alguien me hubiera dicho que a día de hoy iba a poder comprar un portátil con Ubuntu preinstalado de serie difícilmente me lo habría creído. ¿El motivo? Uno de mucho peso: hasta hace bien poco los fabricantes sólo comercializaban equipos con Windows.
Lejos de mis previsiones, las cosas poco a poco están cambiando para bien. A mediados de febrero Dell puso en marcha una macroencuesta online que tenía por objeto conocer de primera mano qué tipo de software o hardware le gustaría ver a sus clientes en los ordenadores que venden. La participación fue masiva y la opinión mayoritaria no dejó lugar a dudas: los internautas querían tener la posibilidad de comprar equipos Dell con distribuciones de GNU/Linux instaladas de serie.
En las oficinas del fabricante norteamericano tomaron buena nota y pocos días después estrenaron otra encuesta mucho más específica en la que solicitaron a los participantes que escogieran su distribución de GNU/Linux preferida. La ganadora fue Ubuntu, así que en mayo Dell anunció oficialmente que, siguiendo la opinión de los internautas, iba a comenzar a vender portátiles con esta distro en lugar de Windows Vista o Windows XP.
Ha pasado medio año desde entonces y ahora Dell ha dado un pasito más y, tras cerrar un acuerdo con Novell, ha comenzado a vender ordenadores de sobremesa con SUSE preinstalado de serie… en China. Los modelos en los que se ya se puede escoger entre el sistema operativo de Microsoft y esta distro son los Dell OptiPlex 330 y 755.
Ni que decir tiene que espero que en breve trasladen esta oferta a occidente. Ya sé que para la mayoría de los que leéis este blog, llegado el caso, no supone ninguna dificultad el desinstalar un sistema operativo e instalar otro a vuestro gusto -sea el que sea-, pero para las personas con menos conocimientos de informática eso puede ser toda una quimera. De ahí que la normalización de alternativas válidas a Windows entre las masas sea una excelente noticia para todos.