La batalla judicial que mantienen Microsoft y la Comisión Federal de Comercio de Estados Unidos (FTC) después de que esta última haya llevado ante los tribunales a la multinacional de Redmond para tratar de evitar que cierre la compra de Activision Blizzard está haciendo que salgan a la luz detalles hasta ahora desconocidos acerca del gigante tecnológico.
La última revelación se ha producido hace unas horas, cuando unos documentos internos de Microsoft que se han mostrado durante la tercera jornada del juicio han desvelado que a finales de 2020 se planteó nada más y nada menos que la adquisición de Sega.
Uno de ellos es un correo electrónico que hizo llegar Phil Spencer, máximo responsable de la división de videojuegos de la compañía, a Satya Nadela y Amy Hood, CEO y CFO respectivamente de Microsoft. En el escrito, enviado el 10 de noviembre de 2020, Spencer solicitaba que le dieran el visto bueno para abordar la compra de Sega.
En el mail, Spencer subrayaba que Sega tenía una cartera muy equilibrada de videojuegos que les ayudaría a acelerar el crecimiento del servicio de suscripción Game Pass. A este respecto, en el texto se explicaba que la empresa japonesa les permitiría llegar a nuevas audiencias en todo el mundo, especialmente en el mercado asiático.
En otro de los documentos que se han hecho públicos, se pone de manifiesto que Microsoft tenía planeado que Sega continuara publicando sus juegos en otras plataformas aparte de Xbox, tales como la Nintendo Switch, la PlayStation 4/5, Steam, iOS o Android.
Dicho de otra manera: no tenían previsto que fueran exclusivos para sus consolas. Una postura ésta que, casi tres años más tarde, puede resultar determinante en la batalla judicial que dirimen Microsoft y la FTC, ya que uno de los motivos que esgrime este último organismo para oponerse a la compra de Activision Blizzard es que se podría dañar a la competencia si súper ventas como Call of Duty no se lanzan en las consolas rivales.
Dicho esto, se desconoce el motivo por el que finalmente Microsoft decidió no abordar la compra de Sega, pero lo cierto es que, casi tres años después de que se redactaran estos documentos, Sega sigue siendo una compañía independiente y no parece que esta situación vaya a cambiar a corto o medio plazo.
FOTOGRAFÍA: JEZAEL MELGOZA