Sega ha llegado a un acuerdo para adquirir Rovio Entertainment, la empresa finlandesa que está detrás de la franquicia Angry Birds. La operación, valorada en 706 millones de euros, está previsto que se cierre durante el tercer trimestre del año, una vez reciba el visto bueno de los órganos reguladores correspondientes.
Haruki Satomi, CEO de Sega, ha explicado que la compra de Rovio forma parte de una estrategia para potenciar su presencia en el sector de los videojuegos para dispositivos móviles, el que más rápidamente está creciendo en la industria.
Por su parte, Alexandre Pelletier-Normand, CEO de Rovio, se ha mostrado encantado con el resultado de las negociaciones entre dos compañías que califica de complementarias. En su opinión, la operación va a hacer posible que los personajes icónicos que ambas poseen amplíen su alcance mundial y puedan llegar a nuevas audiencias en consolas, ordenadores y móviles.
Rovio salió a bolsa en 2017, en un momento en que la fiebre por los Angry Birds estaba comenzando a decaer, y fue valorada en aproximadamente 1.000 millones de euros. Desde entonces, sus acciones han seguido una trayectoria descendente que ha hecho posible que ahora Sega pueda hacerse con ella por una cifra significativamente inferior a la que tenía años atrás.
Está por ver qué planes de futuro tiene Sega con la franquicia Angry Birds más allá de seguir lanzando videojuegos para terminales móviles. Lo único que se ha confirmado es que Rovio pasará a formar parte de Sega Europa, que ya cuenta con estudios como Creative Assembly, creadores de Total War, o Sports Interactive, que han diseñado títulos tan conocidos como Football Manager.