SecuriTeam, una división de Beyond Security, ha hallado dos agujeros de seguridad en Firefox que podrían dejar los archivos locales a merced de ataques externos. La primera vulnerabilidad reside en la herramienta anti pop-ups que incorpora el navegador, y sólo afecta a versiones anteriores a la 2.0.
El otro fallo de seguridad que se ha reportado permite que una web fraudulenta incorpore una serie de caracteres a su URL que hagan creer a Firefox que ya es segura, lo que es caldo de cultivo para técnicas de phishing ya que los internautas que visiten estas páginas, atendiendo las indicaciones del navegador, podrían dejar sus datos personales creyendo que se encuentran en un sitio de confianza.