The Walt Disney Company, que el año pasado obtuvo unos beneficios de 11.178 millones de euros, ha dado esta semana el pistoletazo de salida a una ronda de despidos masiva que se va a extender durante los dos próximos meses y con la que va a reducir su plantilla en alrededor de 7.000 empleados.
Bob Iger, actual CEO de Disney, ha indicado que con esta estrategia quieren reducir costes y optimizar su planteamiento empresarial. Este movimiento llega después de las presiones que, al parecer, han recibido sus máximos ejecutivos por parte de los inversores mayoritarios para que se produzcan recortes en negocios considerados como no esenciales.
Entre los primeros afectados por estos despidos están los miembros de la división dedicada al metaverso. Se había creado en febrero de 2022 para buscar formas innovadoras de contar historias interactivas en nuevos formatos tecnológicos, utilizando para ello el enorme catálogo de personajes, películas y series que posee Disney.
El objetivo era conectar con nuevas audiencias y ofrecerles una manera completamente diferente de acceder a sus contenidos. Bob Chapek, anterior CEO de la multinacional estadounidense, había llegado a describir el metaverso como la siguiente gran frontera narrativa, pero sólo un año más tarde, su sucesor en el cargo ha dado marcha atrás y la ha cerrado.
En el sector tecnológico son muchos los que se muestran defraudados con la acogida tan fría que está teniendo el metaverso entre los consumidores y reniegan de un concepto que hace apenas un par de años se veía como potencialmente revolucionario. De hecho, Facebook se llama ahora Meta porque Mark Zuckerberg estaba convencido que iba a ser un éxito.
Pero tras perder más de diez mil de millones el año pasado y una cifra que se prevé que sea similar en 2023, cada vez son más las voces que también le reclaman a Zuckerberg un cambio de estrategia, que deje de lado el metaverso y se centre en Facebook, Instagram y WhatsApp, las tres apps que realmente generan dinero a su compañía.
FOTOGRAFÍA: PAN XIAOZHEN