Si ayer fue Ubisoft quien anunció que no iba a estar presente en la edición de este año del E3, hoy han sido Sega y Tencent quien han hecho lo propio. A ellas hay que unir a Nintendo, Sony y Microsoft, que con anterioridad confirmaron que tampoco participarían en la que durante muchos años fue la mayor feria de los videojuegos.
Otros gigantes de la industria como Electronic Arts, Square Enix, Activision Blizzard, Bandai Namco, Take-Two, Epic Games, Embracer Group o Warner Bros, que en principio iban a acudir, se estarían replanteando su postura viendo lo que está sucediendo.
La mayoría hace tiempo que optaron por dar a conocer sus productos a través de vídeos en sus redes sociales, una estrategia que se está demostrando altamente efectiva y, sobre todo, mucho más económica que acudir a eventos como el E3 y tener que hacerse cargo de los costes que ello comporta.
Ayer comenté, una vez se supo la decisión de Ubisoft, que este certamen estaba tocado de muerte. Estaba equivocado, puesto que a la luz de lo que han hecho ahora Sega y Tencent, sería más correcto decir que probablemente esté ya muerto. Y es que, se me hace difícil de imaginar que vaya siquiera a abrir sus puertas, tal y como estaba previsto, el próximo mes de junio. La ausencia de las mayores empresas del sector lo convierte en irrelevante.