Microsoft ha confirmado que no va estar presente en la edición de este año del E3, que se va a celebrar entre el 11 y el 16 de junio en Los Angeles. Se une de esta manera a Sony y Nintendo, que hace semanas dieron a conocer que tampoco iban a participar en la que, tiempo atrás, fue la mayor feria de la industria de los videojuegos.
La ausencia de todas ellas se debe a que ya no necesitan acudir a este certamen y pagar sus exorbitantes cuotas para promocionar sus consolas y videojuegos. La visibilidad que tiempo atrás les ofrecía el E3 la pueden conseguir a un coste mucho más bajo emitiendo sus propias presentaciones a través de sus canales de YouTube y Twitch.
Los Nintendo Direct, State of Play o Xbox Showcase han llegado para quedarse, y una de las víctimas que se van a cobrar va a ser el E3. Lejos quedan los tiempos en que los estudios de desarrollo y fabricantes de hardware reservaban sus anuncios más impactantes para esta convención y los medios de comunicación dedicaban espacios destacados de sus portadas a las noticias que, una tras otra, llegaban procedentes de sus pabellones.
Hoy en día, el E3 ha quedado relegado a un papel cada vez más marginal y nada hace indicar que esta realidad vaya a cambiar. De hecho, otras compañías como Capcom han empezado a experimentar con sus propias presentaciones online, y si las audiencias que consiguen son buenas, es muy posible que otras sigan el mismo camino. Así las cosas, a nadie escapa que el futuro de este certamen pende de un hilo.