En los próximos días está previsto que se cierre la compra de Twitter por parte de Elon Musk y se ponga fin al serial que han protagonizado ambas partes, con acusaciones cruzadas e incluso demandas de por medio después de que el CEO de Tesla tratase a última hora de cancelar la adquisición.
Una vez se complete la operación por un valor estimado de 44.000 millones de dólares, una de las primeras medidas que parece que va a tomar Elon Musk va a ser dar inicio a una reestructuración masiva de la plantilla de Twitter que podría acabar afectando hasta al 75% de sus trabajadores actuales.
Según recoge el Washington Post, Musk ha informado de sus intenciones a una serie de potenciales inversores, a quienes ha explicado que quiere rebajar el número de empleados de la compañía y pasar de los 7.500 actuales a poco más de 2.000 con el objetivo de disminuir de manera drástica los gastos.
Los actuales propietarios de Twitter ya tenían pensado reducir el personal asalariado en aproximadamente un 25% para bajar en 800 millones de dólares los gastos anuales en nóminas, pero por lo que parece, esa cifra se va a quedar corta en comparación con los recortes que tiene pensados acometer Musk.
Antiguos ejecutivos de Twitter consultados tras la publicación de esta noticia han explicado que una decisión de este tipo causará una disminución en la calidad del servicio que Twitter presta a sus más de 200 millones de usuarios y limitará la capacidad de esta plataforma para combatir el spam, la desinformación y los comentarios vejatorios e insultantes.
A pesar de ello, en reuniones con inversores, Elon Musk ha explicado que tiene la intención de doblar los ingresos en tres años y triplicar el número de usuarios diarios que ven anuncios, aunque no ha detallado cómo piensa hacerlo. Especialmente si, como parece, deja a la compañía con sólo una cuarta parte de sus empleados actuales.
FOTOGRAFÍA: BRETT JORDAN