El lanzamiento del Steam Deck a principios de año se produjo en un periodo marcado por la escasez mundial de chips en el que los fabricantes de dispositivos electrónicos no han podido surtir al mercado de suficientes unidades como para hacer frente a la demanda de los consumidores. Valve no ha sido inmune a este problema global y, desde el momento mismo en que puso a la venta este híbrido entre consola y ordenador portátil, se ha visto incapaz de producir el volumen que necesitaba.
Como consecuencia de esta circunstancia, las personas interesadas en adquirir un Steam Deck no han tenido más remedio que hacer una reserva pagando una pequeña cantidad, unirse a una lista de espera y esperar pacientemente durante meses antes de recibir una invitación para, finalmente, poder comprar una unidad.
Afortunadamente, con la llegada del verano se empezó a percibir un aumento de las existencias disponibles que propició que los plazos de entrega se fueran recortando poco a poco. La situación no ha hecho sino mejorar desde entonces, hasta el punto de que, desde esta semana, por primera vez es posible comprar un Steam Deck directamente y sin demoras.
De las tres configuraciones que hay a la venta, sólo en la de 64 GB de almacenamiento sigue siendo necesario hacer una reserva y esperar hasta finales de año para recibirla. En cambio, los modelos con 256 GB y 512 GB están disponibles y se envían en apenas una o dos semanas tras realizar el pedido.
Estas no han sido las únicas buenas noticias de la semana, ya que Valve ha anunciado que la estación de acoplamiento de Steam Deck está, por fin, a la venta a un precio de 99 euros. Este dispositivo funciona de manera similar a como lo hace la base de la Nintendo Switch, y permite conectar el Steam Deck a un amplio rango de dispositivos, desde televisores, mandos de consolas, teclados, ratones o incluso altavoces.