Desde hace más de veinte años, se han documentado diversos episodios de orcas cazando tiburones blancos y alimentándose de sus hígados cuando ambas especies han coincidido en el mismo territorio. Pero nunca hasta ahora se había conseguido grabar el momento preciso en el que se producía un episodio de depredación.
Hasta ahora. El siguiente vídeo, grabado en las aguas de Mosselbai, una ciudad situada en la Provincia Occidental del Cabo, muestra cómo un grupo de cinco orcas colaboran para dar caza a estos temidos tiburones. Quienes presenciaron los ataques estiman que, en un periodo de una hora, mataron hasta a cuatro ejemplares:
Las imágenes fueron grabadas con un dron y por uno de los pasajeros de un helicóptero que sobrevolaba la zona el 16 de mayo, pero no se han hecho públicas hasta ahora. En las mismas, se aprecia el método evasivo que emplean los escualos para intentar escapar con vida de las orcas.
En lugar de huir, optan por nadar en círculos a sólo unos metros de sus depredadores, una táctica que, curiosamente, es empleada también por tortugas y focas para tratar de no acabar en las fauces de los tiburones.
Desafortunadamente para estos últimos, el metraje muestra cómo esta estrategia no resulta efectiva, ya que las orcas son animales sociales que cazan en grupo. En un momento del vídeo se observa cómo mientras dos cetáceos se aproximan a un tiburón blanco de unos tres metros de longitud y lo rodean, un tercer ejemplar aparece desde las profundidades y acaba con su vida.
Una de las orcas que aparece en las imágenes es Starboard, un macho que en el transcurso de los últimos años se ha hecho un nombre entre la comunidad científica local tras haber dado caza a diversos tiburones blancos que habían acudido a esta región para alimentarse de los lobos marinos que se reúnen cada temporada en estas aguas para criar.
Estos incidentes están provocando que los tiburones blancos, hasta hace sólo unos años muy abundantes en la zona, estén huyendo hacia territorios más seguros en los que no haya orcas.
Ello está causando que otros depredadores de menor tamaño, que hasta ahora no podían competir con estos escualos gigantescos, estén ocupando su lugar en la cadena trófica y que la población de lobos marinos esté aumentando de manera considerable. Por contra, los pingüinos del Cabo, una especie protegida que se encuentra en peligro de extinción, se está viendo perjudicada ya que son víctimas habituales de los lobos marinos.