Si hubo un juego que me marcó a principios de los ’90, ése fue Street Fighter 2. Muchos años han pasado desde entonces, pero este vídeo encontrado en Menéame me ha hecho recordar viejos tiempos, y de paso me ha permitido encontrar a mi nuevo ídolo, un tipo-personaje-dios capaz de efectuar un combo mortal de necesidad cuando está a puntito de morir:
El estruendo que se monta al final cuando la horda de frikis entra en estado de éxtasis es impagable