El telescopio espacial James Webb ha tomado por primera vez una imagen de un exoplaneta con la ayuda de las cámaras y el espectrómetro que incluyen los instrumentos NIRCam y MIRI que equipa. Se trata de un gigante gaseoso que se encuentra a 385 años luz y se estima que es entre 6 y 12 veces más masivo que Júpiter.
Los científicos calculan que se formó hace 15 ó 20 millones de años, lo que supone apenas un suspiro si lo comparamos con los 4500 millones de años que tiene la Tierra. Llamado HIP 65426 b, está 100 veces más lejos de su estrella de lo que lo estamos nosotros del Sol, lo que facilita su observación ya que la luz procedente del astro se encuentra lo suficientemente alejada del planeta como para que Webb puede discernir entre los dos cuerpos celestes.
El hecho de que este telescopio espacial haya podido tomar una imagen de un exoplaneta tan alejado es remarcable, ya que el brillo que emite es 10.000 veces menor que el de su estrella en el infrarrojo cercano y varios miles de veces menor en el infrarrojo medio.