Las ventas de los relojes inteligentes están creciendo con fuerza, ajenas por el momento a la complicada situación económica global. En el último trimestre, se han distribuido un 13% más de unidades respecto al año anterior, con Estados Unidos, India y China asentados como los tres territorios en los que estos dispositivos gozan de una mayor popularidad.
Una vez más, Apple sigue siendo la compañía que más relojes inteligentes vende, con un 29,3% del total. En segunda posición, a mucha distancia, aparece Samsung, con un 9,2%, seguida de Huawei con un 6,8%, Fire-Boltt con un 6,3%, Noise con un 5,9%, Xiaomi con un 4,3%, Garmin con un 4,3% y Amazfit con un 4,1%.
Teniendo en cuenta que el Apple Watch Series 8, el Apple Watch SE y el Apple Watch Pro se presentarán en apenas diez días, que el Samsung Galaxy Watch 5 se ha empezado a comercializar esta misma semana y que en los últimos meses están apareciendo una gran variedad de modelos de marcas menos conocidas a precios muy asequibles, parece que nos encontramos ante unos dispositivos cuyas ventas van a seguir creciendo en el futuro próximo.
Ello contrasta sobremanera que con la situación que se está viviendo en sectores como el de la telefonía móvil, donde las empresas están teniendo que hacer frente a un descenso de las ventas muy pronunciado que supera los dos dígitos porcentuales en algunas regiones. No le están yendo mejor las cosas a los fabricantes de ordenadores, que están experimentando caídas que no se registraban desde hacía una década.
Queda por ver si la buena salud del sector de los relojes inteligentes será suficiente para compensar la pérdida de poder adquisitivo de una parte significativa de los consumidores por el alza de precios generalizada que estamos viviendo actualmente y que, presumiblemente, seguirá vigente durante los próximos meses.