Sony incrementó ayer el precio de la PlayStation 5 para compensar el aumento de los costes asociados a la fabricación y distribución de la consola. La subida es efectiva de manera inmediata en Europa, América Latina, Asia, Oriente Medio y África, pero no en Estados Unidos, donde la compañía japonesa ha mantenido el mismo precio ya que, de no hacerlo, le habría servido el mercado en bandeja a la Xbox Series X/S, unas consolas que se venden muy bien en ese territorio.
Así las cosas, los medios de comunicación se han dirigido inmediatamente a Microsoft y Nintendo para preguntarles si también se están planteando subir el precio de sus consolas. Desde la multinacional estadounidense han aprovechado la ocasión para remarcar a cualquiera que les ha preguntado que, por el momento, no tienen previsto ningún incremento, de manera que la Xbox Series X y la Xbox Series S se seguirán vendiendo por 499 euros y 299 euros respectivamente en Europa.
Un portavoz de Microsoft ha indicado que están evaluando su línea de negocio para ofrecer a sus seguidores las mejores opciones posibles para disfrutar de los videojuegos, al tiempo que ha subrayado que el precio de venta de la Xbox Series S y de la Xbox Series X no va a sufrir ningún cambio.
Nintendo, por su parte, no ha querido hacer ninguna declaración al respecto, aunque a principios de agosto reiteró que no iba a aumentar el precio de la Switch en Japón a pesar de la coyuntura económica y de la debilidad del Yen en los mercados internacionales.
FOTOGRAFÍA: LOUIS-PHILIPPE POITRAS
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