Huawei ha dado a conocer el balance económico que ha obtenido durante la primera mitad del año, y las cifras presentadas no son nada buenas. Sus ingresos han sido de 44.730 millones de euros, lo que supone un descenso del 5,9% interanual, mientras que sus beneficios se han quedado en 2.225 millones de dólares, un 52% por debajo de los 4.637 millones que consiguió en 2021.
Los responsables de la multinacional china achacan estos malos resultados a la difícil situación económica actual, que ha provocado un descenso generalizado en la demanda. Así mismo, consideran que las interrupciones en las cadenas de producción provocadas por la pandemia y la escasez de chips han tenido consecuencias negativas en su división de smartphones y ordenadores.
A ello hay que añadir que las sanciones que Estados Unidos ha impuesto a Huawei desde 2019 por los lazos que mantiene con la dictadura china y por los potenciales riesgos para la seguridad del país que podían derivarse del uso de usos de sus productos siguen dejándose notar en la cuenta de resultados de la compañía asiática.
Las trabas que tiene para acceder al mercado de EEUU no se limitan a la venta de sus productos, sino que van más allá e impiden que pueda adquirir todo tipo de tecnologías desarrolladas en dicho país, desde procesadores hasta software, lo que está afectando a la competitividad de sus dispositivos.
Todo ello hace que sea poco menos que imposible que Huawei pueda volver a las cifras de ventas que registró hace sólo unos años, cuando llegó a ser durante unos meses el primer fabricante mundial de teléfonos móviles, superando a Samsung y Apple.