Las ventas mundiales de ordenadores han experimentado la mayor bajada de los últimos diez años durante el segundo trimestre de 2022. El descenso ha superado el 12% a nivel global respecto al mismo periodo del ejercicio anterior y en regiones como Europa y Oriente Medio ha sido aún más pronunciado y se ha situado en el 18%.
Las causas de este declive se hallan en la inestabilidad geopolítica generada por la invasión rusa en Ucrania, el aumento del coste de la vida debido a una inflación desbocada y la caída en picado en la popularidad de los Chromebooks.
Los fabricantes de estos últimos se han encontrado con que el sector educativo, que en la última década había adquirido muchos computadores de este tipo por su bajo coste y facilidad de uso entre el alumnado, ha llegado a un punto en que ya tiene equipos más que suficientes y ha dejado de comprar nuevas unidades.
Apple ha sido la única compañía que ha obtenido un resultado positivo después de vender 6,36 millones de ordenadores y crecer un 9,3% en relación al mismo trimestre del 2021. El lanzamiento de su nueva gama de MacBook Air, MacBook Pro y iMac impulsados por sus excelentes chips M1 y M2 ha permitido a la compañía californiana salir indemne de la complicada situación económica actual.
Los ordenadores para gaming han experimentado una caída en ventas significativamente menor que el sector en general, debido al resurgimiento de los PC como plataforma ideal para videojuegos. Sólo el disparatado precio de las tarjetas gráficas ha impedido que los resultados fueran positivos.
Con el descenso en el coste de estas últimas tras el desplome de las criptomonedas y la llegada de la nueva generación de tarjetas de Nvidia y AMD se espera que en lo queda de año este tipo de ordenadores reputen y aumenten sus ventas.