Desde hace muchos años, Samsung pone a la venta dos variantes de sus smartphones: una con un chip Qualcomm Snapdragon y otra con un chip Exynos fabricado por la propia compañía surcoreana. Normalmente, a América van a parar los móviles equipados con los procesadores Snapdragon, mientras que los europeos deben conformarse con Exynos.
Y remarco el término «conformarse» puesto que los SoC de Qualcomm son significativamente más potentes que los Exynos, de manera que los consumidores europeos pagan igual o más que los americanos pero reciben productos que tienen un rendimiento ostensiblemente inferior.
Afortunadamente, parece que de cara al año que viene Samsung dejará de lado esta estrategia y todas las versiones del Galaxy S23 que lance incluirán únicamente el chip Snapdragon 8 Gen 2. Este cambio de planes llega después de las críticas generalizadas que ha recibido la multinacional asiática en los últimos meses por las bajas prestaciones del chip Exynos 2200 que equipan las versiones del Galaxy S22 que se venden en Europa.
¿Quiere esto decir que Samsung va a acabar con su línea de chips Exynos en favor de los productos de Qualcomm? De acuerdo a las informaciones que se han filtrado esta semana, no da la sensación de que vaya a ser así. Parece que estamos más bien ante una retirada temporal, un paso al costado, como consecuencia del decepcionante rendimiento de sus SoC.
Y es que según las noticias que llegan desde Corea del Sur, la idea de Samsung sigue siendo que sus smartphones incorporen en el futuro chips de la casa, pero a corto plazo no va a poder hacerlo debido a que no son competitivos. Es por ello que sus ingenieros están trabajando en una nueva generación de SoC que estén al nivel de sus rivales, pero que no llegarán, almenos, hasta el 2025. Así pues, y como mínimo hasta entonces, sus smartphones incorporarán únicamente chips Snapdragon.