El formidable crecimiento que ha experimentado TikTok en los últimos años la ha llevado a convertirse en una de las redes sociales más populares de la actualidad, especialmente entre el público adolescente. Al tiempo que eso sucedía, expertos en seguridad han solicitado en numerosas ocasiones a la empresa china que arroje luz sobre cómo gestiona los datos privados de sus usuarios y aclare si comparte o no esa información de carácter personal con el gobierno dictatorial de su país.
La preocupación tiene su origen en las numerosas ocasiones en que las autoridades del gigante asiático han intervenido compañías privadas que consideraban de carácter estratégico, han modificado sus hojas de ruta, introducido personal en órganos de decisión e, incluso, han sustituido a sus CEO cuando lo han considerado oportuno.
Representantes de TikTok han remarcado su independencia siempre que han sido cuestionados al respecto y han negado que el gobierno de su país tenga acceso a los datos confidenciales de los cientos de millones de personas que utilizan esta app diariamente. Además, han indicado que la información personal de sus usuarios, tales como los números de teléfono o las fechas de sus cumpleaños, se almacena en datacenters situados en las regiones en las que estos viven y no en China.
Pero una investigación que se ha publicado esta semana pone de relieve que sus ejecutivos podrían no haber dicho la verdad. Grabaciones de decenas de reuniones obtenidas por Buzz Feed revelan que empleados de ByteDance, la empresa propietaria de TikTok que tiene su sede en Pekín, acceden de manera habitual a los perfiles privados de los usuarios de la red social.
En las grabaciones se recogen testimonios como los de un auditor externo reconociendo que TikTok podría haber implementado puertas traseras en su servicio que facilitarían a terceros el acceso a información confidencial de las personas que lo utilizan. En otra conversación, un consultor explica que existen herramientas internas para la gestión de la información que no están documentadas y que nadie en su equipo sabe qué hacen, quién las gestiona ni desde dónde.
A raíz de estos testimonios, legisladores estadounidenses han alzado la voz de alarma preguntándose si, como muchos temen, las autoridades chinas están detrás de estas puertas traseras. TikTok, por su parte, ha negado la mayor y se ha remitido una vez más a que los datos privados de sus usuarios están protegidos y fuera del alcance de terceros. Veremos cómo acaba este entuerto.