A dónde va a parar tu dinero cuando compras CDs y DVDs

La Asociación Multisectorial de Empresas Españolas de Electrónica y Comunicaciones (ASIMELEC), compuesta entre otras por Apple Computer España, Auna, Hewlett Packard, Microsoft Ibérica, Nokia Spain, Philips Ibérica o Telefónica, encargó un estudio a la consultora Deloitte para que analizara los costes que suponía el canon sobre el precio final de los CDs y DVDs vírgenes cuyos resultados se acaban de dar a conocer.

El informe pone de manifiesto que el 40% del precio de cada CD virgen se debe al canon, una cantidad que asciende hasta el 60% en los DVDs. Se supone que todo este dinero va a parar a manos de entidades como la SGAE, que a su vez se encargan de repartirlo entre nuestros queridos y admirados artistas, tan injustamente maltratados por nosotros, consumidores sin alma que no valoramos suficientemente la ingente labor que realizan en favor del desarrollo cultural de la humanidad.

Deloitte va más allá y asegura que el coste del canon es mayor que lo que les cuesta fabricar y distribuir estos soportes a las compañías del sector, algo que me parece una absoluta aberración.

Ante tal situación, ¿qué es lo que están haciendo gran parte de las personas que acceden a Internet de manera habitual? Exacto, comprar CDs y DVDs vírgenes sin canon en cualquiera de los cientos de tiendas online que los comercializan. Y de eso se quejan las empresas que forman parte de ASIMELEC, puesto que están viendo cómo sus ingresos han disminuido un 60% al no poder competir en igualdad de condiciones con los importadores que venden productos sin canon.

Pero a pesar de sus quejas, todo hace indicar que la situación de estas empresas no va a cambiar lo más mínimo a corto plazo. Y es que la reforma de la Ley de la Propiedad Intelectual recientemente aprobada ha dado más poder si cabe a las entidades de gestión de los derechos de autor, que tienen la sartén por el mango y harán y desharán a su antojo en los próximos años con la aquiescencia de la clase política española.

Ahora veo claro que en lugar de estudiar una ingeniería, debería haber sido más espabilado y haberme hecho artistilla de tres al cuarto. Si te sabes relacionar, cobras más y trabajas mucho menos.

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