La Agencia Japonesa de Exploración Aeroespacial (JAXA) se ha propuesto hacer aterrizar una sonda no tripulada en la Luna en 2018. De conseguirlo, Japón se convertiría en el cuarto país en llegar a la superficie del satélite, tras la antigua Unión Soviética (1966), Estados Unidos (1966) y China (2013).
Para llevar a cabo este proyecto, la agencia espacial ha solicitado al Ministerio de Educación, Cultura, Deportes, Ciencia y Tecnología de Japón que apruebe una partida presupuestaria que se estima que se podría situar entre los 76 y los 115 millones de euros.
La misión ha sido concebida para poner a prueba las tecnologías espaciales que el país asiático ha venido desarrollando en los últimos tiempos, de manera que tiene previsto utilizar un cohete de combustible sólido Epsilon de fabricación japonesa para lanzar y desplegar la sonda SLIM (acrónimo de Smart Lander for Investigating Moon o Aterrizador Inteligente para Investigar la Luna), que se espera que pueda realizar un aterrizaje suave en la superficie de la Luna.
FOTOGRAFÍA: JAXA/NHK