Fundada en 1982 por Jim Clark y Abbey Silverstone, Silicon Graphics ha sido durante muchos años una de las compañías más conocidas dentro del sector de las nuevas tecnologías. Sin ir más lejos, sus estaciones de trabajo fueron utilizadas por Hollywood durante la década de los noventa para crear los efectos especiales de películas tan conocidas como Jurassic Park o Twister.
Pero su época dorada hace tiempo que pasó, y ya en noviembre del año pasado tuvo que salir del Nasdaq ante los malos resultados económicos que arrastraba y la consecuente caída en picado de sus acciones.
Para tratar de solucionar la gravísima situación en que se encontraba, hace apenas medio año presentó una nueva generación de supercomputadoras llamadas Altix 4000 que venían equipadas con una versión derivada de los Intel Itanium y que contaban con 128 Terabytes de memoria.
Se trataba de la última oportunidad que tenían para salir del pozo, pero finalmente el milagro no se ha producido. Y es que el Wall Street Journal trae en portada que Silicon Graphics se acaba de declarar en bancarrota.