La NASA ha dado a conocer nuevos datos acerca de la ambiciosa misión con la que planea capturar un bloque de roca de un asteroide, ponerlo en una órbita alrededor de la Luna y enviar más adelante a unos astronautas para que estudien su composión y características.
Conocida con el nombre de Asteroid Redirect Mission (ARM), la agencia espacial estadounidense ha confirmado que no se tomará una decisión acerca del asteroide al que se enviará la sonda hasta el 2019. Aproximadamente un año más tarde, se lanzará la nave.
Se han identificado tres asteroides que cumplen con las condiciones específicas de tamaño, composición, velocidad de rotación, forma y órbita que se buscan para esta misión. Se trata de Itokawa, Bennu y 2008 EV5, pero la NASA ha señalado que confía en encontrar entre cinco y diez candidatos adicionales durante los próximos cinco años.
Cuando la nave espacial llegue hasta el asteroide, desplegará unos brazos robóticos y capturará un fragmento de su superficie. Una vez lo consiga, iniciará un viaje de seis años de duración en el que llevará la roca hasta la órbita de la Luna.
Este proyecto pondrá a prueba una serie de tecnologías y avances que se consideran clave para enviar en un futuro misiones tripuladas a Marte, como un sistema de propulsión solar o nuevas trayectorias y técnicas de navegación por el espacio profundo que utilizarán la gravedad de la Luna para situar el asteroide en una órbita estable.
Asimismo, la NASA planea ensayar técnicas de defensa planetarias que en podrían ser fundamentales para mitigar potenciales impactos de asteroides que pudiesen poner en peligro la vida en la Tierra. Los datos obtenidos servirán para desarrollar tecnologías que permitan desviar asteroides en curso hacia la Tierra a una nueva posición (sí, algo parecido a lo que se describe en la película Armageddon) 🙂
A mediados de la próxima década, cuando la roca del asteroide esté orbitando la Luna, la NASA hará uso de la nave Orion para enviar a dos astronautas que la explorarán y tomarán muestras en una misión que se prolongará durante veinticinco días. Los trajes espaciales que llevarán se diseñarán específicamente para misiones en el espacio profundo y servirán de base para los diseños que se utilizarán en futuros viajes a Marte.