La consultora Forrester ha realizado un estudio sobre la situación de las conexiones de banda ancha en Europa que pone de manifiesto la preocupante situación del mercado del ADSL en España, ya que es el tercero más caro del continente y el que más lentamente avanza.
El informe expone que los españoles debemos pagar una media de 34,60 euros por el ADSL, un 32% más que el resto de ciudadanos de los países comunitarios. Por si esto fuera poco, somos los consumidores que tenemos más problemas con la calidad de las conexiones y -añado yo- con los lamentables servicios de atención al cliente de las operadoras.
Lars Godell, analista de Forrester, lo tiene muy claro: si la penetración de las conexiones de banda ancha en España no crece a un ritmo mayor es consecuencia de los precios absolutamente desproporcionados que imponen las compañías del sector.
En las antípodas se sitúan Finlandia y Holanda, países donde es más barato acceder a Internet con cualquier tecnología de banda ancha, ya sea ADSL o cable, que hacerlo a través de la red telefónica tradicional. Sin ir más lejos, los holandeses pagan una media de 17,5 euros por navegar por la Red, la mitad que en España.