La política que Google ha seguido con la tienda de aplicaciones Google Play ha sido la de dejar que los desarrolladores publiquen sus apps sin revisarlas antes. Esta estrategia ha facilitado el incremento del número de programas disponibles en Android al eliminar cualquier tipo de traba pero también ha causado que haya muchas aplicaciones de una calidad ínfima.
Ello le ha valido muchas críticas a Google, que finalmente se ha decidido a poner freno a esta problemática comenzando a supervisar los envíos de los desarrolladores. Según ha explicado hoy la empresa estadounidense, desde hace un par de meses tiene a un equipo interno que se encarga de analizar las apps que llegan a Google Play para impedir que se publiquen las que no cumplen con los requisitos mínimos que se establecen.
Asimismo, Google ha señalado que ha mejorado la información que se proporciona a los desarrolladores para que sepan en todo momento el estado de publicación de sus aplicaciones y, en caso de que éstas sean rechazadas, puedan conocer los motivos que han provocado su retirada y las medidas que deben adoptar para que sean aceptadas de nuevo.
Como soñar es gratis, me gustaría creer que esta decisión de Google servirá para que progresivamente vayan desapareciendo todos aquellos programas que ya de entrada no deberían haber estado nunca en Google Play y, con el tiempo, permitirá que se iguale la calidad media de esta tienda con la de la App Store.