Un estudio realizado por la Qualifications and Curriculum Authority pone de manifiesto que el número de estudiantes que utilizan los móviles de última generación para copiar en los éxamenes no para de aumentar.
Ken Boston, mandamás de esta institución, ha explicado que la solución al problema pasa por obligar a los estudiantes a dejar los teléfonos fuera de clase durante los exámenes. Un iluminado vamos.
En cualquier caso, tras leer esta «noticia» no me queda más remedio que admitir que las chuletas de toda la vida tienen las horas contadas. Y es que la tecnología avanza que es una barbaridad…