Resumen del chat protagonizado por Farré

Pedro Farré, director de Gobierno Corporativo de la SGAE (Sociedad General de Autores y Editores), ha participado en un chat organizado por el diario El Mundo en el que ha dejado algunas perlas dignas de mención.

Así por ejemplo, y ante la pregunta de por qué tenemos que pagar el canon, Farré ha respondido con la siguiente afirmación:

El canon se justifica en base a la necesidad de compensar las pérdidas que el desarrollo tecnológico genera a quienes crean los contenidos.

¿Eso quiere decir que a partir de ahora los españolitos de a pie también deberéis pagarme un canon a mí? Vaya, he de reconoceros que tras leer esta respuesta mi visión de la SGAE ha cambiado radicalmente: ya no los veo como unos señores que tratan de aprovecharse del trabajo ajeno para vivir a cuerpo de rey, sino como personas justas y magnánimas que pueden solucionarme la vida. ¡Cómo mola la SGAE!

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Sigamos con las declaraciones de Farré…

Como en casi todas las intervenciones que lleva a cabo, ha arremetido contra el copyleft:

Creo que detrás del copyleft y derivados hay intereses comerciales con nombres y apellidos. Cualquiera que tenga un poco de curiosidad, podrá descubrirlo navegando simplemente por la Red. El copyleft no tiene sentido en un mundo moderno del mismo modo que tampoco lo tiene reivindicar la abolición de los derechos de los trabajadores.

Asimismo, y durante el transcurso del chat, diversos internautas se han quejado ante Farré por el elevado canon que se aplica a determinados dispositivos. Ante estos comentarios, el directivo de la SGAE ha respondido lo siguiente:

Hay que subrayar una vez más que quien está obligado a pagar este derecho no es el consumidor final, sino los fabricantes e importadores. La ley lo dice muy claro. Creo que los consumidores deberían exigir que el canon no se repercutiera al consumidor final.

Vaya… ¿alguien a estas alturas puede siquiera plantearse que las compañías van a asumir el costo del canon en lugar de trasladar el sobreprecio a los usuarios?

En fin, Farré en estado puro.

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