Samsung Electronics y Apple han cerrado un acuerdo en virtud del cual la firma surcoreana se va a encargar a partir del año que viene de fabricar buena parte de los procesadores de la serie A que incorporan los iPhone y iPad. Tras la firma de este contrato, la empresa asiática se va a convertir de nuevo en la principal proveedora de chips para los productos de la manzana.
La gran perjudicada va a ser la taiwanesa TSMC, que tras varios años ensamblando los circuitos integrados de aplicación específica (ASIC) de Apple ve cómo su gran rival regional vuelve a pasarle la mano por la cara y le quita a uno de sus principales y más rentables clientes comerciales.
De acuerdo a los términos que se han filtrado, la colaboración entre ambos gigantes de las nuevas tecnologías va a ir creciendo y, a partir del 2016, el 80% de los chips que incorporen los distintos modelos de iPhone y iPad serán producidos íntegramente en las factorías de Samsung, mientras que TSMC realizará el 20% restante.
La fabricación de la nueva generación de chips A de Apple dará inicios a principios del año que viene en las instalaciones que Samsung posee en Giheung (Corea del Sur) y unos meses más adelante se aumentará la producción con la ayuda de las plantas situadas en Austin y Nueva York (Estados Unidos).