El pasado 15 de marzo tuvo lugar una erupción solar que calentó plasma a decenas de millones de grados kelvin y acabó produciendo una eyección de masa coronal. Dos días más tarde, esos flujos de partículas llegaron hasta la Tierra arrastrados por el viento solar y permitieron a los habitantes de las regiones más septentrionales del hemisferio norte la observación durante unas horas de una aurora boreal de una extraordinaria belleza.
Un fenómeno que fue captado por el fotógrafo Göran Strand, que en un intervalo de apenas 4 horas realizó hasta 2.464 instantáneas en la localidad sueca de Östersund con las que ha creado este vídeo en formato time-lapse absolutamente embriagador. Todo un placer para los sentidos.