La sonda Voyager 1 es el ingenio creado por el ser humano que mayor velocidad ha alcanzado jamás. La venerable nave espacial, que ha dejado atrás la heliopausa y ha alcanzado el espacio interestelar, se desplaza actualmente a 17 km/s.
Un registro que impresiona en un primer momento pero que, eso sí, palidece en comparación con los 299.792 km/s a los que se propaga la luz en el vacío. La velocidad de esta última es tal que si nos subiésemos a lomos de un fotón que viajase alrededor de la Tierra podríamos completar 7,5 vueltas a nuestro planeta en un solo segundo.
Pero incluso para la luz resulta una tarea ardua recorrer las colosales distancias que separan los cuerpos celestes. Un ejemplo: los rayos solares tardan 8,3 minutos en llegar a la Tierra, 12,6 minutos a Marte y más de 5 horas hasta alcanzar la superficie de Plutón.
Es lo que pone de manifiesto este fantástico vídeo que tienes a continuación. En el mismo se aprecia, en tiempo real, cuánto tarda un fotón de luz que sale del Sol en llegar a Mercurio, Venus, la Luna, la Tierra, Marte o Júpiter. A este último, ya aviso, no lo sobrepasa hasta pasados más de 40 minutos: