Este ingenio mecánico de apariencia tan extraña es capaz de resolver un Cubo de Rubik, independientemente de la disposición de cada uno de los cuadrados de colores, en apenas 1 segundo. Para lograr tal proeza sólo necesita escanear durante unos segundos el cubo hasta determinar qué posición exacta ocupan cada una de las pegatinas de colores. Una vez completado ese paso, se pone en marcha y hace cosas como ésta: