Ver a un coche o a una moto derrapando es un hecho que dista mucho de ser excepcional. Lo hemos observado en tantas ocasiones en el cine o incluso en la vida real que, con razon, no le damos mayor trascendencia. Lo que en cambio sí que adquiere tintes extraordinarios es contemplar cómo la máquina que derrapa no es un modesto automóvil de poco más de 1.000 kilogramos sino un coloso de los mares de 100.000 toneladas. Es lo que capta esta fantástica fotografía tomada por la Marina de los Estados Unidos.
El protagonista de la misma es el portaaviones de propulsión nuclear estadounidense USS Harry S. Truman, un buque de 332,8 metros de eslora (largo), 76,8 metros de manga (ancho) y 74 metros de puntal (alto) que puede albergar hasta 6.250 tripulantes, dar cabida a 90 aviones, desarrollar una potencia de 260.000 CV y desplazarse a una velocidad de más de 30 nudos (unos 56 Kilómetros por hora).
La instantánea, tomada en el transcurso de unas maniobras militares llevadas a cabo en el Océano Atlántico para comprobar la operabilidad de los sistemas y el equipamiento a bordo, muestra la estela de agua que deja tras de sí y hasta qué punto se inclina el USS Harry S. Truman después de virar bruscamente cuando se movía a toda velocidad.
No es la única imagen que existe de este mastodonte realizando una maniobra de este tipo. Aquí van algunas más que he encontrado buscando en Google: