Hisashi Ishihara, Yuichiro Yoshikawa y Minoru Asada, investigadores todos ellos de la Universidad de Osaka, han creado una cara robótica a la que han puesto por nombre Affetto que imita parcialmente las distintas expresiones faciales de un bebé e incluso reacciona de manera bastante realista con las personas que se encuentran a su alrededor y lo tocan.
El propósito del proyecto es adquirir los conocimientos necesarios para desarrollar en el futuro robots que se comporten de una manera más natural, más «humana», de tal manera que sus propietarios puedan interactuar más fácilmente con ellos. A tal efecto, han estudiado el desarrollo cognitivo en los bebés y han llevado las muecas de alegría, sorpresa, decepción o placer que muestran ante las carantoñas de sus padres al robot en el que están trabajando.
Para lograr que Affetto modifique sus facciones en función de los mismos que recibe de su cuidador, lo han dotado de una serie de cámaras, micrófonos y sensores táctiles situadas bajo su piel de silicona que se encargan de recoger dicha información y de enviarla al procesador principal, que traslada estos datos a los actuadores para que muevan convenientemente los ojos, la boca o los mofletes.