Cuando visualizamos un vídeo de YouTube podemos saber el tiempo aproximado que tardará en cargar gracias a la barra de progreso que hay en la parte inferior del mismo; algo parecido sucede con los navegadores cuando entramos a webs muy pesadas que incluyen gran cantidad de imágenes; o al descargar un archivo. Su uso en Internet se ha demostrado extremadamente útil a lo largo de los años, pero… ¿se podría exportar esta funcionalidad a otros ámbitos de la vida diaria fuera de la red de redes?
Eso es lo que ha planteado el diseñador Damjan Stankovic modificando los semáforos tradicionales e incluyendo en los mismos una versión adaptada de la tradicional barra de progreso online. El objetivo que persigue con Eko Light, que es como ha llamado al invento, es que tanto los conductores como los viandantes puedan saber en todo momento cuánto falta para que las luces cambien de color.
En aquellos semáforos que permanecen mucho tiempo en rojo, los conductores podrían apagar los motores y de paso ahorrar combustible, aportando su humilde granito de arena a la conservación del medio ambiente con la emisión de menos gases contaminantes. Y ni que decir tiene que sería de gran ayuda para que las personas mayores o con movilidad reducida pudieran saber si les daría tiempo a cruzar la calle o no.
Según Stankovic, la instalación de Eko Light sería extremadamente sencilla en los semáforos actuales. ¿A vosotros qué os parece? ¿Creéis que podría llevarse a la práctica y que efectivamente contribuiría a disminuir la siniestralidad y la contaminación, aunque fuera levemente, en las ciudades? ¿Le veis algún aspecto negativo muy evidente que se me haya pasado por alto?
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