El 13 de febrero, un centenar de acérrimos seguidores de Star Wars se reunieron en el centro comercial Cabot Circus de Bristol en respuesta a una convocatoria realizada a través de Facebook y, ante la estupefacción de la pobre gente que en ese momento estaba de compras, sacaron sus espadas láser y comenzaron una mutitudinaria batalla al más puro estilo Jedi:
Lo que habría dado por presenciar en directo la escenita