Los catastróficos efectos de las inundaciones que han asolado Tailandia desde finales de julio causando más de 800 muertes, pérdidas valoradas en 5.100 millones de dólares y la anegación de zonas industriales en las que empresas como Toyota, Nikon, Honda, Sony o Western Digital tienen sus centros de producción, van a tener consecuencias globales que se van a dejar sentir mucho más tiempo del que en un principio podía preverse.
Sin ir más lejos, Seagate ha explicado que durante el 2012 las existencias de discos duros van a estar por debajo de la demanda esperada en una cantidad cercana a las 150 millones de unidades. La mayor afectación se va a dar en la primera mitad del año, pero afirman que cabe la posibilidad de que se alargue varios meses más si las condiciones climatológicas no mejoran en el país asiático.
En la misma línea se ha pronunciado Western Digital, que tras perder millones de discos duros y ver cómo la maquinaria de sus factorías tailandesas quedaba gravemente afectada, ha subrayado que no recuperará su capacidad de producción habitual hasta pasado el verano.
La gravedad de estas inundaciones para el sector informático se explica porque Tailandia es el segundo mayor productor de discos duros, con un 25% de la producción mundial. De hecho, en el último trimestre del 2011, la producción de HDD de las empresas allí asentadas fue de entre 105 y 110 millones de unidades, cuando la demanda del mercado era de 175 millones de unidades.
A diferencia de Western Digital, las instalaciones de Seagate en Tailandia no se vieron afectadas por el crecimiento de las aguas, pero sí las de sus proveedores, que en muchos casos han tenido grandes dificultades para sustituir las máquinas que habían quedado inutilizables por otras nuevas debido a las dificultades económicas por las que atraviesan.
Hasta tal punto es grave la situación que Dave Mosley, vicepresidente ejecutivo de operaciones de la multinacional estadounidense, ha dado a conocer que están facilitando créditos en la medida de lo posible a estas empresas para que reemprendan su actividad y les faciliten las piezas necesarias para volver cuanto antes a producir discos duros al ritmo anterior a las inundaciones.