Tres ingenieros aerospaciales de la Universidad de Illinois han estudiado las técnicas de vuelo que permiten a los pájaros aterrizar suavemente sobre superficies tales como las ramas de los árboles y han aplicado dichos conocimientos para diseñar una pequeña aeronave que es capaz de posarse sobre la mano de una persona.
Una mejora ésta que va a contribuir, aún más si cabe, a impulsar el desarrollo de este tipo de vehículos aéreos, que en los próximos años se prevé que tengan un papel progresivamente más importante en labores de espionaje y vigilancia militar debido precisamente a sus reducidas proporciones, a la posibilidad que tienen de llegar a zonas de muy difícil acceso, a su autonomía, y, así se espera, a su futura maniobrabilidad.