Si no lo veo, no lo creo. Un equipo de investigadores de la Universidad de Berkeley han conseguido implantar en el cuerpo de una serie de abejas escarabajos un sistema compuesto por unos estimuladores neurales y musculares, un transceptor de radio y una microbatería que les permiten controlarlos a voluntad. Tan es así que pueden hacer que los insectos comiencen a volar, se muevan hacia la derecha, la izquierda o incluso que se paren en el suelo. El vídeo es impresionante:
El proyecto ha sido financiado, cómo no, por la Defense Advanced Research Projects Agency (DARPA), una agencia que, como os comenté hace unos días, depende del Departamento de Defensa de EEUU y financia proyectos tecnológicos con fines militares.
Con anterioridad, otras universidades habían conseguido resultados similares, aunque no tan espectaculares. Tal es el caso de la Universidad de Michigan, donde el año pasado implantaron un sistema similar en una mariposa, si bien no lograron controlar sus movimientos.
Este avance es visto con muy buenos ojos en el Pentágono, ya que consideran que en unos años los insectos teledirigidos se podrán utilizar para llegar a zonas que ya sea por su orografía o por la presencia de tropas enemigas no sean accesibles para los soldados o los robots terrestres.