Los sensores CMOS que utilizan algunas cámaras digitales no graban cada fotograma como si fuera una única instantánea, sino que la información se procesa línea por línea, de tal manera que desde que se escanea la primera franja hasta que se llega a la última transcurre un periodo de tiempo.
Dado que la velocidad a la que se ejecuta este proceso es muy elevada, las imágenes que se obtienen en condiciones normales no presentan ningún tipo de problema.
Por contra, cuando se filman objetos que se mueven a gran velocidad, nos encontramos con el llamado efecto ‘rolling shutter‘ (algo así como ‘obturador rodante’), que produce resultados como éste que podéis ver en el siguiente vídeo, en el que las hélices de una avioneta parecen doblarse sobre sí mismas mientras giran: