El HTC G1, el primer móvil impulsado con Android, ha sido una pequeña gran decepción, al menos para quienes esperábamos un modelo rompedor. Su diseño, sin ser un completo desastre, no está a la altura de la mayoría de móviles táctiles actuales y en el mercado ya hay dispositivos con unas prestaciones superiores.
Antes de su presentación, las previsiones de ventas que manejaba T-Mobile, la operadora que lo va a comercializar en Estados Unidos, pasaban por colocar unas 700.000 unidades antes de que finalizara el año, unas cifras que en principio parecían muy optimistas pero que estaban fundamentadas en la enorme campaña publicitaria gratuita que televisiones, diarios y medios online de todo el mundo han hecho del HTC G1 al ser el primer teléfono con el sistema operativo desarrollado por Google.
Pero para sorpresa de propios y extraños, comenzando por las propias T-Mobile y HTC, las solicitudes de reserva para este móvil, que se pondrá a la venta el 22 de octubre, están superando con creces las expectativas creadas. Sólo unas semanas después de comenzar a aceptar reservas, ya se han colocado las 500.000 unidades que había en stock. Tanto es así que en HTC trabajan a contrarreloj para surtir al mercado de una mayor cantidad de G1 lo antes posible.
T-Mobile espera que antes de que se inicie la campaña navideña pueda contar con 1.000.000 de unidades adicionales, aunque no está nada claro que el fabricante taiwanés tenga tiempo de fabricar tantos móviles en un periodo de tiempo tan breve. Y es que pocos podían pensar el mes pasado que el HTC G1 iba a tener una acogida por parte de los consumidores superior incluso a la registrada por el archifamoso iPhone 3G. Pero así ha sido.